La identificación de lobos que portan en el cuello restos de cables de trampas, ha desatado todas las alarmas tras la constatación de que dos hembras jóvenes reproductoras de oso pardo han desaparecido en la misma área de campeo donde son localizados los lobos que han sido capturados por trampas.
Desde el mes de febrero del año pasado, están siendo identificados ejemplares de lobos, algunos en un penoso y lamentable estado físico, con evidencias de que han sido capturados en trampas. Normalmente, las trampas utilizadas en la caza furtiva causan la muerte por estrangulamiento de los animales capturados. En este caso, parece que se trata de trampas para poder capturar a los lobos sin causarles la muerte.
Los lobos descubiertos portan en el cuello restos de cables de acero que con gran probabilidad formaban parte de la trampa, unos artilugios de captura de fauna salvaje que llevan incorporado un dispositivo que al apretar el cuello del animal hace tope y evita el estrangulamiento, son trampas que normalmente se utilizan en trabajos de investigación.
El problema está en que estas trampas que normalmente son cebadas con algún producto que atrae a los animales como un pedazo de carne, están diseñadas para capturar lobos por el cuello, con lo que el tope funciona sin causar daño, pero también pueden atraer a un oso y si cae en la trampa, con un cuello de mayor tamaño, se puede producir un estrangulamiento y la muerte del animal.
FAPAS ha denunciado ante el Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil en Oviedo la desaparición de estas dos hembras reproductoras de las cuales se ha perdido todo contacto de seguimiento, una en Septiembre de 2018 y la otra en Agosto de 2019.
Formaban parte del recién creado núcleo reproductor en la zona alta del Concejo de Teverga y su ámbito de campeo se centraba en un territorio que se ubicaba desde el Puerto de Ventana hasta los entornos de la capital del Concejo en la localidad de La Plaza, lugares coincidentes con la presencia de lobos que han caído en trampas y se encuentran gravemente heridos.
La inédita situación de estos lobos se ha podido identificar gracias al trabajo que FAPAS realiza en el Parque Natural de las Ubiñas con sus cámaras de fototrampeo para llevar a cabo el seguimiento y control del oso pardo. Desde el año pasado, comenzaron a aparecer en las cámaras ejemplares de lobo con restos de cables enganchados por el cuello, lo que indica sin duda que tras haber caído en la trampa, consiguieron liberarse y huir.
Alguno de los ejemplares presentaba tan solo hace unas semanas un estado deplorable. Con el cable enganchado por el cuello y a punto de ser estrangulados, estos ejemplares sobreviven a duras penas y la situación de estrés les lleva a enfermar, principalmente de sarna. Suelen permanecer cercanos a la manada a la que pertenecían para poder alimentarse de los despojos que dejan sus compañeros y conseguir sobrevivir a una muerte segura si estuvieran solos ya que algunos se encuentran totalmente incapacitados para cazar.