- Abril termina con nuevo récord de concentración de CO2 en la atmósfera y mayo empieza con temperaturas que superan los 35ºC
- La media de temperatura de febrero en España se ha situado 3°C por encima de la media de ese mes en el periodo 1981-2010
- 2019 fue el más cálido de Europa desde que se tienen registros
- Conviene extremar las medidas de precaución para las personas trabajadoras y aquellas que salgan a la calle a realizar las actividades permitidas en la fase cero
Mayo ha comenzado con un episodio de muy altas temperaturas. Ayer se superaron los 35 ºC en provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén y los 30ºC en numerosas localidades de la península, mientras que hoy se espera que se alcancen los 34 ºC en algunas provincias como Córdoba, Granada o Jaén y se superen los 30ºC en municipios del norte de Cantabria, País Vasco o Navarra. Estos registros, propios de los meses de verano, se alcanzan cuando todavía quedan casi dos meses para que termine la primavera.
El aumento de las temperaturas es uno de los impactos más visibles del cambio climático. Continuamente superamos nuevos récords: el pasado mes de enero fue el enero más cálido en el mundo desde que se tienen registros y la media de temperatura de febrero en España estuvo 3 ºC por encima de la media de este mes entre 1981-2010.
Este episodio de altas temperaturas debe servir a gobiernos y empresas para recordar la importancia de responder con urgencia, no solo a la enorme crisis sanitaria que padece el planeta, sino también a la emergencia climática.
A pesar de la reducción de las emisiones de CO2, como consecuencia principalmente de las medidas de confinamiento, el mes de Abril se ha cerrado con 416.2 ppm (partes por millón) de CO2 en la atmósfera, 2.86 ppm más que en el mismo periodo del año anterior, alcanzando así un nuevo máximo histórico.
Por ello, Greenpeace reincide en que una reducción puntual de las emisiones de CO2 no nos salva de la crisis climática y reclama medidas urgentes y bien planificadas, que aseguren una reducción continuada de las emisiones para que se alcance el cero neto en 2040 como tarde.
“Las medidas económicas para la salida de la crisis causada por el COVID19 deben dar respuesta a la crisis climática y ambiental que vivimos. Se debe priorizar la creación de empleos de calidad que eviten los peores impactos del cambio climático, limitando el aumento de la temperatura global 1,5 ºC, y la pérdida de biodiversidad garantizando una transición justa y ecológica, de lo contrario volveremos al ritmo de emisiones insostenible que teníamos antes” ha declarado Tatiana Nuño responsable de la campaña de Greenpeace.
El calor viene acompañado con altos valores de radiación ultravioleta y fuertes vientos y tormentas en algunos puntos, por lo que Greenpeace recomienda también que aquellas personas que salgan a la calle dentro de lo permitido en la fase cero y las personas trabajadoras, a las que reconoce y agradece su labor, extremen los cuidados.
Tatiana Nuño | Greenpeace España