Las aves acuáticas prefieren los humedales del norte peninsular ante el deterioro de los del sur

El 76 % de los tipos de hábitats de interés comunitario vinculados a zonas húmedas presentan un estado de conservación desfavorable. Particularmente, los hábitats ubicados en las regiones mediterránea y alpina presentan el peor estado de conservación (desfavorable), respectivamente, del 89 % y 80 %, según el informe de SEO/BirdLife Humedales ante un futuro incierto. 

Con motivo del Día Mundial de los Humedales, el próximo 2 de febrero, SEO/BirdLife se une a esta celebración bajo el lema “Los humedales olvidados”, con el objetivo de rescatar de la indiferencia administrativa aquellas zonas húmedas que fueron o son de gran importancia pero que, por no ostentar las máximas figuras de protección, se les dedica menos atención.

Algunos de estos humedales han sido analizados en el informe Humedales ante un futuro incierto. Análisis sobre el estado de conservación de las zonas húmedas en España presentado hoy por la ONG ambiental. El documento analiza la situación actual de las zonas húmedas en España, teniendo en cuenta la situación de los humedales Ramsar, el estado de conservación de los hábitats de interés comunitario (HIC) vinculados a las zonas húmedas de España (hábitats costeros, de agua dulce y turberas), o las tendencias de las poblaciones de aves acuáticas invernantes como indicadores para realizar el análisis sobre su estado de conservación.

Humedales mediterráneos, los más amenazados

Una de las conclusiones del informe es que el 76 % de los tipos de hábitats de interés comunitario vinculados a zonas húmedas presenta un estado de conservación desfavorable. Una cifra realmente elevada si se considera que en el contexto de la Unión Europea esta cifra se rebaja hasta el 60 %.

Además, los hábitats presentes en las regiones biogeográficas mediterránea y alpina son los que ostentan un peor estado de conservación, presentando respectivamente un 89 % y 80 % del total de los tipos de hábitats considerados un estado de conservación desfavorable. Es especialmente preocupante la situación existente en la región mediterránea, en donde el 47 % de los tipos de hábitats evaluados presentan un estado de conservación desfavorable-malo.

 “Necesitamos acción urgente para salvar los humedales. Los resultados del informe permiten tener un diagnóstico fidedigno y global del estado de estos ecosistemas”, afirma Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, y añade: “Con este nuevo trabajo hemos identificado patrones regionales y áreas prioritarias para orientar acciones de conservación. Las ponemos a disposición de la sociedad y de las Administraciones públicas para que apliquen los compromisos del Reglamento sobre restauración de la naturaleza y el Plan Estratégico de Humedales a 2030. Nos quedan cinco años para salvar los humedales y recuperar la funcionalidad ecológica de estos espacios”.

En este sentido, SEO/BirdLife, insta a la restauración de las lagunas de la Janda (Cádiz), que con más de 7.000 ha llegó a ser la más extensa de la Península, y la laguna de Antela (Ourense) con 3.600 ha originariamente. De hecho, el Plan Estratégico de Humedales a 2030 incluye específicamente como objetivo la restauración de al menos 1.000 ha de la laguna de La Janda y de 500 ha de la laguna de Antela antes de 2030 y deben, por tanto, llevarse a cabo.

Igualmente, la ONG ha solicitado en reiteradas ocasiones al Miteco que las lagunas costeras, un hábitat de interés comunitario prioritario, sean declaradas primer hábitat en peligro de desaparición en España, y se incluyan en el Catálogo Español de Hábitats en Peligro de Desaparición, que todavía está pendiente de crearse por parte del Miteco, en cumplimiento de lo establecido en la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. Un ecosistema que se incluye, entre otros humedales, en el Mar Menor, en la albufera de Valencia, en Doñana, en la laguna de Maspalomas, en el prat de Cabanes-Torreblanca o en la albufera de Adra.

Calidad media en humedales de la Red Natura 

Por otra parte, el estado global de conservación de los hábitats de interés comunitario (HIC) asociados a los humedales que forman parte de la Red Natura 2000 podría clasificarse como intermedio. El estado (bueno) se ha recogido para el 34 % de los registros evaluados en los espacios incluidos en la Red Natura 2000 evaluados, el estado (inadecuado) se ha obtenido para el 50 %, y el estado (malo) para el 13 %, mientras que el 3 % corresponde a registros sin información.

Por regiones biogeográficas, la situación de nuevo es más desfavorable en la región mediterránea frente a la región biogeográfica atlántica. Así mismo, los hábitats incluidos en humedales costeros muestran un estado de conservación ligeramente mejor que los humedales de interior, lo que refleja una mayor vulnerabilidad de estos últimos, con la excepción del hábitat prioritario lagunas costeras, cuya situación y perspectivas de futuro se pueden considerar críticas.

“Estos resultados, obtenidos a partir de evaluar una muestra representativa, ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar estrategias adaptadas a las particularidades de cada ámbito territorial, e implementar urgentemente medidas más efectivas para mejorar el estado de los hábitats en peor estado y garantizar la protección de aquellos con mejor estado de conservación”, ha explicado Kiko Álvarez, responsable de la Unidad de Especies y Espacios de SEO/BirdLife.

Treinta y seis especies de aves invernantes en declive

El análisis de la tendencia de las poblaciones de aves acuáticas invernantes para dos periodos, uno a largo plazo (1990-2023) y otro corto plazo (2007-2023), arroja datos de tendencias para 67 especies de aves. De ellas, 36 han experimentado un descenso poblacional, lo que pone de manifiesto un declive de las poblaciones de aves acuáticas invernantes en nuestro país en los últimos años.

Llama la atención la tendencia negativa para especies comunes y abundantes como es el caso del ánsar común, la focha común, la gallineta común, el ánade azulón o la garcilla bueyera. Considerando los tres humedales más importantes, Espacio Natural Doñana, delta del Ebro y albufera de Valencia, que acogen a casi el 40 % de las poblaciones de aves acuáticas invernantes, se observa que, para todos ellos, las tendencias registradas son negativas.

“Para entender este declive en las invernantes, hay que considerar que las especies de aves de humedales han ido disminuyendo en tamaño poblacional en todo el mundo a medida que los cambios de uso del suelo y la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos han afectado a sus hábitats. Además, si añadimos los efectos del cambio climático, es previsible un desplazamiento de las áreas de invernada y reproducción de estas especies hacia el norte peninsular por tener mejores perspectivas de futuro y una mayor disponibilidad de agua que las del sur”, subraya Álvarez.

Menor invernada en Doñana, Albufera y Delta

SEO/BirdLife ha calculado también las tendencias de las poblaciones de anátidas y fochas invernantes a corto y largo plazo para los humedales que albergarían la mayor parte de la invernada, ente los que destacan el Espacio Natural de Doñana, delta del Ebro y la albufera de Valencia, todos ellos ubicados en la región Mediterránea.

En las últimas décadas, los ecosistemas acuáticos de Doñana están sufriendo un grave deterioro a causa de la sobreexplotación de las masas de agua derivada de la intensificación agrícola agravada con periodos de sequía. La avifauna no es ajena a esta dinámica y las tendencias poblacionales de aves acuáticas migratorias reflejan el deterioro extremo que sufre Doñana, como indica el resultado de los censos de acuáticas desarrollados en enero de 2024, que con 122.196 ejemplares supone la peor invernada de la historia del parque nacional.

En el caso del delta del Ebro, aunque este humedal sigue siendo un refugio clave para miles de aves acuáticas invernantes, a corto plazo se observa también que las poblaciones de anátidas y fochas, que alcanzaban cifras elevadas, han experimentado una disminución significativa en sus números, con una tendencia regresiva.

Por último, la albufera de Valencia acoge en invierno una impresionante diversidad de aves acuáticas, con poblaciones de anátidas invernantes entre los 20.000 y 40.000 ejemplares al año. Sin embargo, las poblaciones de aves acuáticas invernantes presentan también una tendencia negativa en los últimos años.

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