- Al menos 50 millones de hectáreas de bosque, un área del tamaño de España, han sido destruidas, solo en los últimos 10 años, para producir materias primas como la soja
- La importación española de soja para la producción de piensos para ganadería juega un papel destacado en la actual emergencia climática y la crisis de la biodiversidad
- Empresas como El Corte Inglés o Día incumplen sus promesas de limpiar sus cadenas de suministro de productos causantes de deforestación
Greenpeace lanza hoy el informe “Enganchados a la carne: cómo la adicción de Europa a la soja está alimentando la emergencia climática” (1), en donde revela, entre otros datos, que la industria española de fabricación de piensos para la ganadería industrial no importó en 2017 ni un sola tonelada de soja considerada como “sostenible”, según los criterios del mismo sector. Así, la ganadería industrial en España está agudizando la crisis climática y la destrucción de la biodiversidad en países como Brasil o Argentina.
“La ganadería industrial es el mayor sector a nivel global sin un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y sin un plan de reducción de su enorme impacto sobre la pérdida de biodiversidad y ecosistemas naturales” ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España.
El modelo agrícola industrial destinado a la exportación es un importante contribuyente a la crisis climática global, responsable de dos tercios de la deforestación total en América del Sur, liderada por el cultivo de soja y la ganadería. Además, el “auge de la soja” en América del Sur está relacionado con el acaparamiento de tierras y otras violaciones de derechos humanos. Esta rápida expansión se ha producido a expensas de algunos de los ecosistemas con mayor biodiversidad en la tierra, incluidos los bosques de Amazonas, Cerrado y Gran Chaco en América del Sur, y está contribuyendo a la crisis climática y de salud pública.
Dentro de la Unión Europea, el mercado español juega un papel destacado en esta crisis. Con 5,9 millones de toneladas de soja (semillas, tortas y aceite) importados en 2017, España fue, tras Holanda, el segundo país de la Unión Europea por volumen de importación de soja. Las importaciones españolas de esta materia prima supusieron el 18% de todas las importaciones de soja de los 27 países de la UE. Durante 2017 el 40% de las importaciones españolas de soja procedían de Brasil, el 32 % de Argentina, el 16% de EE.UU. y el resto de otros países (1).
El 87% de la soja importada por la UE se destina a la producción de piensos para la alimentación de ganado. Y, nuevamente, en 2018 España es líder en la producción de piensos dentro de la UE, produciendo en 34,5 millones de toneladas de piensos animales en más de 850 fábricas. (2) El 93,7% de la producción de carne de cerdo, el 94,2% de la carne de aves de corral y el 80,6% de la leche y otros productos lácteos se concentra en macrogranjas (3).
Según un informe reciente del comité holandés de la IUCN y la organización The Sustainable Trade Initiative (IDH), tan solo el 22% de la soja utilizada en Europa en 2017 cumplía con los estándares o criterios establecidos por la Federación Europa de Fabricantes de Piensos (European Feed Manufacturers’ Federation, FEFAC) para considerar dicha soja “sostenible” o libre de deforestación. Entre las conclusiones de dicho informe, se extrae que “en Italia, Portugal y España prácticamente no hay demanda de soja “responsable”, a pesar de que estos 3 países suman el 30% del consumo europeo de soja en 2017”. (4)
“Mientras que la atención mundial se ha centrado en las últimas décadas en la Amazonia, la industria de la soja y de la ganadería han estado deforestando los bosques de sabana del Cerrado, agravando la crisis climática y violando los derechos humanos”, ha declarado Rómulo Batista, portavoz de Bosques de Greenpeace Brasil.
La denuncia de Greenpeace se produce en el contexto del comienzo en Canadá de la reunión anual del Foro de Bienes de Consumo (Consumer Good Forum, CGF), del que son miembros las mayores corporaciones y marcas de bienes de consumo (incluidas Nestlé, Mondelez y Unilever). Esta organización prometió en el año 2010 poner fin a la deforestación para 2020 mediante el “abastecimiento responsable” de carne, aceite de palma, soja y otras materias primas. Quedan 200 días para la constatación del rotundo fracaso en el cumplimiento de sus objetivos, ya que en la agenda de esta reunión ni siquiera aparece la actual situación de crisis climática agravada por la deforestación. Son miembros del Consumer Good Forum empresas españolas de la distribución, como El Corte Inglés o DIA, y organizaciones sectoriales como la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Según ha podido constatar Greenpeace España, las empresas españolas no son conscientes del rol que está jugando la industria agroalimentaria española en la agudización de la crisis ambiental.
“Queda menos de un año para 2020 y el 100% de las importaciones españolas de soja que forman parte de los piensos animales destinados a la ganadería industrial no tienen ninguna garantía de estar libres de la deforestación. Ni los importadores de soja, ni los fabricantes de piensos, ni las empresas de producción cárnica ni la gran distribución son conscientes del problema” ha recordado Soto. “Pese a formar parte del Consumer Good Forum, ni El Corte Inglés, ni DIA, ni AECOC han cumplido sus promesas de limpiar sus cadenas de suministro de deforestación.
La comunidad científica mundial ha incluido en los recientes informes del IPCC y del IPBES la urgencia de una reforma radical de la industria agrícola y del sistema agroalimentario, incluido un cambio en dieta, apostando por dietas saludables con menos ingesta de carne, como una forma de abordar la emergencia climática y la actual crisis de desaparición de las especies y ecosistemas.
“El consumo actual de carne y otros derivados animales en España es insostenible. La ganadería industrial ofrece en cada muslo de pollo, en cada chuleta de cerdo y en cada litro de leche, un pedazo de deforestación y de crisis climática”, ha señalado Luis Ferreirim, responsable de la Campaña de Agricultura de Greenpeace España. “Nuestra demanda a las empresas es simple: una reducción y radical transformación de la forma en que se producen los alimentos de origen animal. Y a las personas: la única alternativa para reducir nuestra contribución al problema es comenzar a disminuir nuestro consumo de carne y otros alimentos de origen animal“
Miguel Ángel Soto