- Las grullas comunes que han pasado el invierno en España proceden de Finlandia, Repúblicas Bálticas, Escandinavia, Polonia, Alemania o República Checa
- Sus característicos sonidos sirven para mantener la cohesión del grupo en sus rutas migratorias de miles de kilómetros
- En España invernan entre 260.000-270.000 ejemplares de grullas principalmente en Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía
Si miramos al cielo y escuchamos atentamente, veremos que estos días están cruzando las grullas por muchos lugares de España en su migración hacia el norte de Europa.
Ciudades como Toledo, Madrid, Guadalajara, Zaragoza y otras muchas que se encuentran en sus rutas migratorias ven adornar sus cielos con los bandos y el sonido tan característico que emiten para mantener cohesionados a los grupos. Un espectáculo que pasa desapercibido para muchas personas en su día a día, pero que desde SEO/BirdLife queremos llamar la atención.
Más de un cuarto de millón de ejemplares deciden venir a España a pasar el invierno siendo Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía las comunidades que más número de grullas acogen en los meses de invierno según el último censo de SEO/BirdLife en colaboración con Grus-Extremadura en su edición online La Grulla Común en España. Población Invernante en 2028-2019 y método de censo.
¿Por qué eligen nuestro país para pasar el invierno?
“Fuera de la época de cría, y después de sacar sus pollos adelante, vienen a España pues es donde encuentran zonas de descanso y alimento, y se preparan para la nueva temporada de reproducción. Principalmente, vienen al suroeste español y portugués, que albergan las mejores dehesas con bellotas para cargar las pilas, rastrojos con grano e invertebrados para diversificar la dieta, embalses y lagunas para descansar. Aquí encuentran lo que buscan”, señala Blas Molina, técnico de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife .
Cada temporada que vuelven a España se encuentran con una situación diferente y en los últimos años se asiste a la ocupación de las áreas de invernada por una creciente implantación de cultivos intensivos que dejan poco que comer y ocupados también ahora por muchas hectáreas de plantas fotovoltaicas.
Largo viaje hacia Europa
Ahora, durante este mes de febrero, en plena migración, encuentran lugares fenomenales como la laguna de Gallocanta en Aragón, un humedal de importancia internacional y protegido bajo el paraguas de diversas figuras como el Convenio de Ramsar, o el embalse de la Sotonera en Huesca que les sirve como parada para encarar el cruce del Pirineo cuando no hay buenas condiciones en los puertos por donde transcurre. De aquí a Francia y así hasta llegar a los lugares donde se separan los bandos y comienzan los preparativos de cada pareja de grullas para el nuevo periodo reproductor, que hará que se perpetúe su especie.
Son aves sin fronteras y parte de nuestro patrimonio. España alberga la población invernante de grullas más importante de la Europa occidental, con hasta un 70% de todo su contingente algunos años. Las aves proceden de Finlandia, Repúblicas Bálticas, Escandinavia, Polonia, Alemania y República Checa. El resto de las grullas invernan en Francia, Alemania, Portugal, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Se estima en 380.000 el número de aves invernantes occidentales.
No debemos cambiar la tendencia positiva que ha tenido lugar en las últimas décadas y generar nuevas amenazas. “Desde SEO/BirdLife recordamos que es importante señalizar adecuadamente las líneas eléctricas que se encuentran en las rutas migratorias de las grullas, así como en las zonas de descanso y alimentación, puesto que la colisión contra los cables es la principal causa de mortalidad de estas aves en nuestro país”, asegura Nicolás López-Jiménez, Responsable del Programa de Conservación de Especies de SEO/BirdLife.
Vídeo de grullas en la Dehesa: https://youtu.be/83VcJdEWIjY