- El Gobierno no cuenta con la participación del sector ecologista y la población afectada para el nuevo Real Decreto de porcino.
- Las principales organizaciones ecologistas denuncian el impacto ambiental y social de la ganadería industrial porcina.
El pasado 13 febrero el Gobierno publicó en el Boletín Oficial del Estado un nuevo Real Decreto para regular el sector porcino español. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife, WWF, junto con Food & Water Action y la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, denuncian la falta de participación de las organizaciones ecologistas y de la población afectada por la expansión de la ganadería industrial de porcino. Lamentan, además, la oportunidad perdida que supone este decreto para limitar y reordenar un sector que crece de manera exponencial.
Las organizaciones firmantes denuncian la falta de participación social para la elaboración de este Real Decreto, en el que el Ministerio de Agricultura no ha respondido a las alegaciones presentadas por un amplio conjunto de organizaciones de la sociedad civil. Así demandan una moratoria a las nuevas explotaciones ganaderas industriales y la apertura de un debate social para avanzar hacia un modelo sostenible que responda a la emergencia climática.
Desde hace años las entidades muestran su preocupación por la situación descontrolada de la ganadería industrial de porcino en la geografía española, e instan al Gobierno a tomar medidas urgentes, como ya han hecho otros países, ante los problemas ocasionados por este tipo de ganadería para el mundo rural, el medio ambiente y la salud de las personas. Así señalan los graves impactos sobre el medioambiente y la despoblación:
– España aumentó su cabaña porcina en más de cinco millones de animales entre 2013 y 2018 y el número anual de animales sacrificados al año alcanza ya los 52,4 millones. En el mismo periodo 2013-2018, España incrementó un 60 % sus exportaciones de carne de cerdo, con especial crecimiento de las exportaciones a Asia.
– Este crecimiento exponencial se está desarrollando a través de grandes explotaciones industriales, en un modelo de integración vertical que está sustituyendo las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas independientes que fijan población en el medio rural.
– El fuerte crecimiento de la cabaña ganadera porcina está imposibilitando que España cumpla los límites de emisiones de amoniaco marcados por la legislación europea. La ganadería es responsable del 67 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola, que es ya el cuarto principal emisor de España. El porcino es ya responsable del 22 % de las emisiones de la ganadería en España.
– Este modelo de ganadería industrial orientado a la exportación tiene graves impactos en la calidad del agua, con decenas de pueblos sin agua potable y contaminación de acuíferos por nitratos en las zonas de expansión de la industria porcina. Los planes hidrológicos vigentes (2021-2027) han puesto en evidencia la mala calidad de las masas de agua, en gran medida, debido a la ganadería industrial. La próxima revisión de estos planes tiene que poner las medidas que aborden este problema y que eviten el deterioro de los acuíferos y de los ríos.
– El crecimiento exponencial de la cabaña porcina ha generado una movilización sin precedentes en el medio rural, con la creación de decenas de plataformas vecinales por todo el territorio en defensa de un mundo rural vivo, articuladas en torno a la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial.
– Aunque el Real Decreto trata la necesaria gestión de los residuos y los purines, no establece mecanismos de control suficientes sobre su uso como abono orgánico en relación con su impacto sobre la biodiversidad de las zonas donde se emplee.
Las tímidas medidas adoptadas en el Real Decreto para limitar las emisiones de amoniaco, mejorar la gestión de los purines y regular las explotaciones industriales no afrontan la urgente necesidad de limitar el crecimiento, reordenar el sector porcino industrial español e incluso reducir la cabaña, tal y como están haciendo otros países de la UE que se enfrentan al mismo problema.
Además, no se da respuesta a la movilización de miles de personas que se movilizan en el medio rural contra los impactos generados por esta industria. Así mismo, esta norma no aborda el impacto negativo que este tipo de explotaciones genera a la biodiversidad.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife, WWF, junto con Food & Water Action y la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial reclaman una moratoria a la aprobación de nuevas explotaciones ganaderas industriales, así como a la ampliación de las existentes, y la apertura de un amplio debate social que involucre a todos los actores implicados para proceder a la urgente reordenación del sector y la necesaria transición hacia un modelo de ganadería verdaderamente sostenible.
Teresa Rodríguez | Amigos de la Tierra