- Greenpeace recuerda a las representaciones de los Gobiernos que la sociedad está esperando que acuerden medidas valientes
Lo más importante de la primera semana de la COP25 no ha sucedido dentro del IFEMA, sino en las calles de Madrid, donde cientos de miles de personas han exigido justicia climática. Pero mientras tanto las representaciones de los Gobiernos han estado enfrascadas en discusiones en torno al Artículo 6, sin tener en cuenta la responsabilidad que tienen para hacer frente al gran problema de nuestro tiempo.
Greenpeace recuerda a las representaciones políticas presentes en la COP que la sociedad de todo el planeta está vigilante para ver qué eligen entre mercantilizar el medioambiente a través de un sistema para “traficar” con carbono, o si por contra prefieren avanzar hacia compromisos de reducción absoluta de emisiones como requiere la emergencia climática.
En este sentido, diferentes representantes de Greenpeace han realizado un serie de valoraciones sobre el avance de las negociaciones:
El director de Greenpeace en Chile, Matías Asun, ha afirmado: “La COP25 se está celebrando en Madrid, pero su corazón está en América Latina donde, especialmente en Chile, el vínculo entre una crisis ambiental y las demandas de justicia social se está viendo en las calles. Chile necesita cerrar sus centrales térmicas de carbón para 2030 o continuar sufriendo sequías e incendios forestales, provocados por la acción de las industrias contaminantes. Solo protegiendo sus bosques y haciendo que el acceso al agua sea un derecho, Chile puede exigir que otros países mejoren en la lucha contra la emergencia climática. No es posible tener una calidad de vida justa sin equidad ambiental y climática”.
Por su parte, el director Greenpeace España, Mario Rodríguez, ha comentado: “En Madrid, acabamos de tener la mayor manifestación ambiental de nuestra historia. Esta demostración masiva y pacífica del poder de la gente debe impulsar las negociaciones hacia una ambición a la altura de lo que la ciencia exige para prevenir una emergencia climática fuera de control. Esto debería estar presente en todo momento en la agenda de los Gobiernos y las representaciones políticas en las negociaciones en la COP, así como en las negociaciones para la formación del nuevo gobierno en España. No aceptaremos demoras ni trampas, la emergencia climática no puede esperar“.
Finalmente, la directora de Greenpeace International, Jennifer Morgan, ha señalado: “Nos encontramos en el ecuador de la cumbre del clima y aún no hemos visto que la energía de las calles se traduzca en energía política en la mesa de negociaciones, después de que, según las organizaciones convocantes, cientos de miles de personas marcharan pacíficamente en Madrid el pasado viernes. Las personas que lideran las negociaciones en la COP tienen la obligación moral y democrática de asegurar que el eco de los pasos de la gente se escuche en los pasillos del poder”.
Morgan recuerda que la presidencia chilena puso el foco en la ambición y que dijo que la lideraría con el ejemplo, “sin embargo, a medida que nos encaminamos hacia la segunda semana de negociaciones y comienzan a llegar representantes ministeriales de alto nivel, se verá cada vez más claro qué países están listos para mejorar sus compromisos en 2020 y presentar objetivos climáticos en línea con el Acuerdo de París. También quedará claro qué países quieren seguir priorizando las ganancias y el interés propio a los derechos de la gente”.
Jennifer Morgan ha concluido afirmando que: “Está en manos de la presidencia chilena poner la ciencia en el centro de estas negociaciones y convertir el poder del pueblo en acción política. Quienes lideran las negociaciones deben ser valientes y encontrar el camino a seguir: no hay otra opción”.
Conrado García