La alarma por la muerte repentina de vencejos no es un caso aislado del municipio de Sax, como ya informó este diario el pasado lunes. Se está extendiendo rápidamente a muchos municipios de la provincia y la propia Conselleria de Medio Ambiente admite esa preocupación, aunque contenida, hasta que se determine cuál es la causa.
El Centro de Recuperación de Animales Santa Faz, dependiente de la Conselleria que dirige Isabel Bonig, ha realizado en los últimos días un total de 33 necropsias a otros tantos animales traídos por vecinos, en la mayoría de casos, de Alicante capital, Monóvar, Sax, Redován, Aspe y Pinoso.
Según una portavoz oficial, el objeto de las necropsias es determinar cuál es la patología a través de la gota visceral. Se trata de esclarecer la causa, para lo que se están remitiendo a laboratorios especializados las muestras viscerales para su analítica toxicológica, histatológica y microbiológica. «El objetivo es saber exactamente cuál es la causa de la patología que causa la muerte de las aves, pero en principio la alarma no tiene la mayor importancia».
Pese a ello, aseguran que se están tratando de dictaminar si la causa de la muerte es por intoxicación (pese al control extremo que hay en las fumigaciones) o por una alteración del metabolismo de las proteínas de los animales migratorios, según la Conselleria.
Otras fuentes medioambientales consultadas por este diario avanzan que «el problema no parece tan grave, aunque sí ha aumentado en los últimos días la recogida de vencejos adultos muertos, a los que se hace la necropsia enseguida». La mayoría de animales son llevados por particulares al centro de recuperación de animales de Santa Faz alarmados por la situación.
Aunque inicialmente se había establecido la hipótesis de que se tratara de un problema vírico, otras fuentes apuntan incluso a la sequía de este inicio del verano y del final del invierno, lo que reduce en consecuencia la alimentación de estas aves, basada fundamentalmente en el placton aéreo (insectos de todas las clases y tamaños).
En la provincia de Valencia apenas sí se han detectado casos, pero está creciendo de forma exponencial en la provincia de Alicante. No se descarta la muerte de vencejos incluso en muchos municipios más aparte de los citados como destinatarios de las aves analizadas en el centro de recuperación de Santa Faz. «Lo que está claro es que la afección sobre las personas es nula», explica una fuente oficial.
El hábitat natural del vencejo común son las ciudades y los pueblos. No hay aves de costumbres más aéreas que los vencejos. Sus patas se han hecho tan débiles por el poco uso que, cuando caen al suelo, son incapaces de remontar el vuelo. Pero los vencejos nunca se posan en el suelo, a no ser por accidente o enfermedad, como ocurre ahora.