Madrid, 31 de enero de 2012- Con motivo del Día Mundial de los Humedales, WWF reclama un urgente cambio en la forma en que se gestiona el agua para evitar que desaparezcan humedales emblemáticos como Las Tablas de Daimiel o Doñana. 2012 ofrece la oportunidad de aprobar unos planes hidrológicos que aporten agua suficiente a estos humedales y acaben con los 12.000 pozos ilegales que amenazan con desecarlos. WWF recuerda que España se enfrenta a una multa de más de 7 millones de euros si se retrasa aún más en la aprobación de estos planes.
WWF reivindica más agua para los humedales y llama la atención sobre el peligro que supone la escasez de agua para la biodiversidad y los servicios que ofrecen gratuitamente a la sociedad estos ecosistemas únicos, como el control de inundaciones y la depuración del agua. En este sentido, la organización subraya que es imprescindible establecer un caudal mínimo de agua para salvar Daimiel y Doñana, además de acabar con los más de 12.000 pozos ilegales que hay en total en estos humedales Patrimonio de la Humanidad.
WWF recuerda que la legislación española exige que los planes hidrológicos garanticen, tras la seguridad de abastecimiento para la población, unos caudales de agua suficientes para los ríos y humedales. De este modo, se podrá ajustar la demanda a la oferta, y no al revés, tal y como está sucediendo ocurre ahora.
En la actualidad, el acuífero 23 del que depende el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está sobreexplotado, lo que supone un importante déficit de agua para el humedal. Además, unos 10.000 pozos ilegales continúan extrayendo cerca de 50 hm3 de agua al año, la mayor parte para regadío. Esta realidad contrasta con la aparente recuperación del humedal en 2010 gracias a las abundantes lluvias de ese año y de 2011. Sin embargo, WWF subraya que su fragilidad vuelve a hacerse patente ante los momentos de sequía, ya que su supervivencia en años secos depende del aporte de las aguas subterráneas.
Doñana va camino de convertirse en un nuevo Daimiel. A los 2.000 pozos ilegales que hay en la zona, hay que añadir el problema que supone el uso desmesurado de aguas subterráneas para la agricultura de regadío, en especial la fresa. Por ello, es urgente definir un plan anual de extracciones del acuífero Almonte-Marismas que fije la cantidad de agua que puede sacarse sin mermar la que necesitan los arroyos y la propia marisma.
Eva Hernández, Responsable del Programa de Aguas de WWF España, recuerda: “El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene sobre la mesa los planes hidrológicos del Guadiana y del Guadalquivir. Ahora está en su mano aprobarlos cuanto antes, fijando unos caudales ecológicos que garanticen la supervivencia de estos humedales y de todos los beneficios que aportan a la sociedad”. Y concluye: “Además, si España se retrasa más en la aprobación de estos planes, se enfrenta a una multa de más de 7 millones de euros y a pagar 500 mil euros por cada día de retraso”.
Cristina Martín | www.wwf.es